Una antigua receta natural de origen egipcio a base de yogur, limón, miel y durazno, es capaz de devolver a la piel frescura y suavidad, que se traducen en un verdadero rejuvenecimiento natural, ya que la combinación de estos elementos ciento por ciento naturales actúan sobre sus distintas capas calmando la irritación, desinfectándola, reduciendo las manchas y cicatrices, además de los efectos negativos causados por los rayos UV y otros agentes externos que dañan al órgano más grande de nuestro cuerpo.
El yogurt es un fermento láctico natural que posee la capacidad de astringir la piel y reducir el diámetro de los poros, por ello en estética natural siempre se ha utilizado para
tratar distintos problemas dérmicos, con la aplicación de máscaras faciales, que brindan efectos contundentes sobre la textura y limpieza de la dermis, traduciéndose en suavidad y lozanía.
Los limones son extremadamente ricos en vitamina C y además en ácidos alfa hidroxi, ambos componentes gozan de propiedades curativas muy benéficas para la salud de piel, con la capacidad de poder reducir cicatrices del acné e inflamaciones, así como también ejerce un poder antiséptico natural sobre cualquier tipo de lesión.
El jugo de limón ayuda a eliminar naturalmente las capas de células muertas de la piel, por lo cual acelera la desaparición de marcas, tonificando a la vez de forma natural la elasticidad dérmica, acción que brinda un aspecto de rejuvenecimiento muy marcado, sumando además el blanqueo y un mayor brillo natural de la piel.
El ácido láctico contenido en el yogur producto de su proceso fermentativo, según la Sociedad dermatológica de Nueva Zelanda, es capaz de eliminar con gran eficacia la piel muerta y por lo tanto reduce los signos del envejecimiento prematuro, pero además, su elevado contenido de zinc ayuda a luchar contra el acné, ya que cumple una función de desinfectante natural muy poderoso.
Esta explicación de propiedades saludables nos permite comprender que la combinación de limón y yogur, se traduce uno excelente tratamientos natural de belleza y de salud para la piel, pero si además se suman los innumerables beneficios que ofrece la miel como poderoso germicida, cicatrizante, antibiótica y cicatrizante, podemos tener un enfoque más amplio de lo efectiva que es esta antigua receta, la cual se completa con jugo de durazno, cuyo contenido en vitamina A es uno de los mayores que pueda brindar cualquier fruto de la naturaleza, y como sabemos esta vitamina es también cencida como la vitamina de la piel, ya que por ser un poderoso antioxidante lucha contra cualquier signo de envejecimiento prematuro, regenerando la dermis de cualquier tipo de deterioro que haya sufrido.
La receta natural básica consta de la combinación de las siguientes proporciones; 3 partes de yogur, 2 partes de miel, 1 parte de jugo de limón y 3 partes de jugo de durazno. Cuando me refiero a partes, pueden ser cucharas u otra medida de la que se disponga. Es muy importante tener en cuenta que el yogur debe ser natural, sin saborizantes y debe ser entero, o sea que debe contener todo su tenor graso intacto.
La preparación se aplicará sobre las áreas de la piel que se deseen tratar y el tiempo ideal para actúe esta crema natural debe ser de no menos de 20 minutos y no mas de 35, para obtener resultados óptimos, siendo el momento mas adecuado para realizar el tratamiento por la noche antes de irse a dormir.
De este tratamiento natural la piel recibirá un gran numero de sustancias antioxidantes muy benéficas que además de suavizarla y embellecerla, la nutrirán borrando arrugas y defectos, tengan la plena seguridad de que funciona este antiguo legado egipcio.
