La salud de nuestro hígado, depende en forma directa de la dieta que tengamos y ahora la ciencia de la nutrición, ha determinado que las dietas ricas en azucares perjudican la salud hepatica.
Lo que debemos saber es que el daño hepático tiene su origen o
es causado por dietas erróneas o desequilibradas, ricas en grasas saturadas y
azúcares, generadores de colesterol malo o LDL, que en tiempo alteran o dañan la
funcionalidad de este gran órgano considerado como
el laboratorio del cuerpo, ya
que de él dependen infinidad de funciones.
Según los nuevos estudios las dietas erróneas causan efectos
sobre el hígado que pueden ser difíciles de revertir, incluso después de
mejorarlas. Cuando se daña al hígado se desarrollan problemas de salud graves,
como cirrosis o incluso el cáncer, según explican los especialistas.
Por lo tanto el consejo profesional en la actualidad para
recuperar la salud hepática de forma significativa o que mejores resultados ha
brindado, es llevar una dieta en la cual el consumo de azúcar debe restringirse,
sumando por supuesto alimentos naturales, junto con una actividad física
regular, para activar correctamente los procesos metabólicos.
Especialistas de la Universidad Estatal de Oregon en los
Estados Unidos, descubrieron que las dietas bajas en grasa y azucares, que de
hecho ayudan a bajar de peso, también mejoran el metabolismo y la salud en
general y puntualmente en el caso del hígado, los azucares demostraron reducir
su capacidad de recuperación, según los estudios realizados.
Los resultados obtenidos son verdaderamente significativos,
dicen los investigadores, en patologías como; el hígado graso no alcohólico, que
se encuentra en un aumento alarmante a nivel mundial, ya que afecta entre el 10
y el 35 por ciento de los adultos y los índices sobre niños sube cada año.
La famosa dieta norteamericana rica en grasas y azucares ha
demostrado derivar en el desarrollo de las patologías mencionadas y la fibrosis
hepática, o cicatrización del hígado, situación que reduce su capacidad para
funcionar, y a veces conduce al cáncer, dijeron los especialistas.
En resumen, este descubrimiento nutricional nos permite tomar
recaudos ante la posibilidad de perjudicar nuestra salud hepática a través de
una dieta errónea, así como mejorar las condiciones de recuperación si tenemos
ya algún problema, cambiando nuestra dieta y comprendiendo que los azucares son
verdaderamente negativos para nuestra salud, pero en todos los niveles.